Ayudar a los pobres no te hace bueno


Todavía hay gente que cree que alguien o algo es bueno sólo porque le regala dinero. Iglesias, políticos, empresas, narcotraficantes y hasta abuelos han acudido a dichas tácticas para convencer a los –literalmente– pobres ingenuos.

Más curioso todavía es que acuden en su defensa cuando uno suspira algún tipo de duda. Entonces uno va y les dice: “Si un presidente llega al poder gracias a los pobres, ¿Le conviene que deje de existir la pobreza?”, y la movida en el cerebro es tan fuerte que no quedan muy agradecidos con tu existencia.

Primer caso ejemplar: el llamado “Robin Hood Paisa”, también conocido como Pablo Escobar, quien durante los años 80 y principios de los 90 fuera el líder del poderoso Cartel de Medellín, y uno de los hombres más ricos del mundo de su tiempo, según la famosa revista Forbes. Parte de su éxito se debió a la colaboración que recibió por parte de la ciudadanía, quien vio en Escobar alguien que invertía en escuelas, canchas, parques, viviendas y, a veces, fiestas y dinero en efectivo para todos[1]. Fue alguien que supo aprovechar la vulnerabilidad de los grupos más humildes en su propio beneficio. Pero él no fue el primero ni el último.

Por la naturaleza de sus actos (como las matanzas y bombas en lugares públicos) y ante el ojo público, Escobar pudo pasar rápidamente del más amado al más odiado (en la mayor parte de Colombia). Sin embargo, la cosa se complica más cuando son actividades que no involucran sangre, al menos no tan públicamente como lo hacía Escobar.

Exactamente el mismo escenario puede ocurrir en el ámbito religioso, político y empresarial. ¿Acaso es realmente una misión religiosa buena sólo porque reparte comida y medicinas a los más necesitados? ¿La intención de “propagar la fe” no es una manera de comprar adeptos y, en consecuencia, un acto para nada desinteresado?

Otro caso ejemplar: Agnes Gonxha Bojaxhiu, también conocida como la Madre Teresa de Calcuta. Galardonada con el Premio Nobel de la Paz en 1979, muy pocos dudan de su carácter de “Santa”, con excepción de nosotros los ateos, por supuesto. La susodicha señora, es alabada por su atención hacia los más pobres. Sin embargo, la atención brindada por las Misioneras de la Caridad alrededor del mundo, ha dejado mucho que desear, dado que eran centros para alabar el dolor humano, donde no se brindaba de atención médica apropiada, a pesar ser receptores de grandes donativos, muchas de ellas muy criticadas, como las de Charles Keating, que fue encarcelado por el mayor fraude financiero en la historia de Estados Unidos hasta finales de los ochenta. Cuando Keating ingresó en prisión, lejos de devolver el dinero que le había entregado (al menos millón de dólares), la Madre Teresa intercedió ante el tribunal pidiendo misericordia. En el aspecto político, la Madre Teresa le otorgó reconocimiento, entre otros, al dictador de Haití Jean-Claude Duvalier o al régimen totalitario de Enver Hoxha, en Albania. La Madre Teresa pregonaba el culto al dolor, considerándolo como un requisito sine qua non para alcanzar a Dios. Defendía que "el mundo gana con el sufrimiento de los pobres", pero ella fue a un hospital moderno de EEUU cuando requirió cuidados paliativos. [2]

Esta señora no era ningún "Pan de Dios", pero es respetada sólo por la imagen que proyectan los medios, por su verbo y su acercamiento a los pobres, aunque ello no ha tenido un saldo muy positivo.

Ahora vamos por el lado empresarial. La compañía "Google" (ahora subsidiaria del conglomerado Alphabet), es sinónimo de algo "cool" e innovador. Google ha hecho lo imposible: ordenar el caos infinito de Internet y dar a los usuarios decenas de servicios gratuitos. Incluso, muchos darían casi la vida por trabajar en esas idílicas oficinas de Mountain View, California, en el llamado Googleplex, donde más de 15.000 empleados se mueven en patinete o Segway y disponen, casi siempre de forma gratuita, de comida de los cinco continentes, zonas de juegos, piscina o guardería. Es lo más parecido a un patio de recreo para adultos. De hecho, este mismo blog se encuentra alojado en la plataforma Blogger, comprada por Google en el 2003.

SIN EMBARGO, quizá no mostrarían tanto entusiasmo si supieran cómo funciona, cómo recopila información y cómo gana dinero. Google ha crecido tanto que su hegemonía en los sectores de la información, la búsqueda y la publicidad lo convierten en una potencia mundial incontrolada. La empresa actúa como el mayor registrador de datos que el mundo ha conocido, y recuerda al Gran Hermano del que hablaba George Orwell en su libro "1984". De hecho, Google estuvo entre las empresas involucradas  en el programa de vigilancia mundial electrónica de alto secreto (Top Secret) PRISM, a cargo de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) de los Estados Unidos, según los informes y documentos filtrados por el ex empleado de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y la NSA, Edward Snowden en junio de 2013. Además, la situación de dominio con la que cuenta Google en internet la ha hecho caer en prácticas predatorias o competencia desleal en el ámbito comercial. En el año 2017, la Comisión Europea (CE) impuso  a Google una multa de 2.420 millones de euros, la mayor hasta ese momento contra una sola compañía, por "abusar de su posición dominante" como motor de búsquedas en internet al dar ventajas "ilegales" a su servicio de comparación de compras on line[3].

En el ámbito político, pocos líderes latinoamericanos generan tantas opiniones encontradas como el argentino Juan Domingo Perón, quizás con la excepción de Hugo Chávez. Perón gobernaría la Argentina en 3 oportunidades, a partir de los años '40 hasta los '70. El foco principal de su Gobierno -al menos en su primer gobierno-, fue el aumento exorbitante del gasto público y las políticas de redistribución propias del Estado de Bienestar (según las teorías del keynesianismo) que reinó en el mundo después de la II Guerra Mundial.

Entre las acciones más destacadas se encuentra la creación del Ministerio de Trabajo y Previsión Social y la Fundación Eva Perón, una amplia redistribución de la riqueza a favor de los sectores más postergados, el reconocimiento de los derechos políticos de las mujeres, una política económica que impulsó la industrialización y la nacionalización de sectores básicos de la economía y una política exterior de alianzas sudamericanas apoyadas en el principio de la tercera posición. Todo ello, aunado a los discursos a favor de los más pobres (especialmente los de Evita Perón), los convertiría en los abanderados de los pobres.

Sin embargo, lo que no se cuenta de Perón es que él sentía agrado por la ideología nacional-socialista (nazismo) y el fascismo de Mussolini. De hecho, Perón había estado en la Italia de Mussolini como agregado militar y cuando volvió a la Argentina habló de Mussolini –y también de Hitler– con gran entusiasmo y admiración[4]. Inclusive, fue Secretario de Trabajo y Previsión de un gobierno que llegaría al poder tras un golpe de Estado que tenía intención de apoyar a Alemania en la II Guerra Mundial[5]. Muy pocos recuerdan que Perón estuvo tras el traslado organizado de criminales nazis de Europa a la Argentina después de la II Guerra Mundial, lo cual es uno de los capítulos más oscuros y tabuizados de la historia argentina.

Para más dolor de la izquierda latinoamericana que aún se atreve a defenderlo, a pesar de haber nacionalizado la industria petrolera, el presidente Perón entregaría la soberanía nacional a las petroleras estadounidenses. Perón, poco antes de ser derrocado, cerró un acuerdo con la Compañía California Argentina de Petróleo, subsidiaria de la Standard Oil de California, en cuyo directorio figuraba Spruille Braden. El contrato fue firmado el 25 de abril de 1955, con enormes ventajas para la compañía norteamericana. La concesión se otorgaba por 40 años y la empresa se comprometía a producir 200 barriles diarios, entregarle al Estado el 50% de sus utilidades y venderle a YPF la producción al precio de Texas. Por su parte, el gobierno otorgaba exenciones impositivas, el derecho de importar libremente todos los bienes que considerara necesarios, e YPF se comprometía a realizar las costosas tareas de exploración y aportar la información disponible[6].

En fin, estos apenas serían apenas algunos ejemplos de cómo una persona que "ayuda" a los pobres no es necesariamente una persona ejemplar, lo que tampoco quiere decir que una persona solidaria sea un ser malvado. Todos ellos han sido seres venerados, incluyendo Pablo Escobar, a quien le montaban altares con su imagen. De hecho, habría mucho que analizar que significa realmente "ayudar". El mismo Marx señalaba que la intención del socialismo no es ayudar a los menos favorecidos, sino abolir de una vez por todas las clases sociales. La idea no es que el pobre permanezca pobre por siempre.
El proletariado "no pretende una distribución más equitativa de los beneficios, sino la abolición de la ley del valor, la subordinación de la producción a las necesidades humanas: «De cada cual según su capacidad; a cada cual según su necesidad».". Karl Marx
Notas:

  1. "Un Robin Hood paisa’: El primer artículo sobre Pablo Escobar". Disponible por: http://www.semana.com/nacion/articulo/un-robin-hood-paisa-el-primer-articulo-sobre-pablo-escobar/258650-3
  2. "El lado oscuro de la madre Teresa del que no responde el Vaticano". Disponible por: http://www.publico.es/sociedad/lado-oscuro-madre-teresa-del.html
  3. "Google recibió una multa récord por competencia desleal". Disponible por: https://www.eldiariodelarepublica.com/nota/2017-6-27-15-33-0-google-recibio-una-multa-record-por-competencia-desleal
  4. "Perón y los nazis: una fraternal relación". Disponible por: http://www.dw.com/es/per%C3%B3n-y-los-nazis-una-fraternal-relaci%C3%B3n/a-2541762-0
  5. Lo mucho de malo que tuvo Perón se ha ido olvidando con el tiempo”. Disponible por: https://es.panampost.com/belen-marty/2015/05/14/mucho-de-lo-malo-de-peron-se-ha-idoocultando-con-el-tiempo/
  6. "Cooke sobre los contratos petroleros del gobierno de Perón". Disponible por: https://www.elhistoriador.com.ar/frases/revolucion_libertadora/cooke_sobre_los_contratos_petroleros_del_gobierno_de_peron.php

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