La persona que más quiero


Hoy es 14 de febrero, día conocido como del "amor y la amistad", el cual además de ser un día tremendamente comercial, es también un día de mucha presión social: donde ser soltero pareciera ser algo malo.

Por lo general, en este blog he tratado el asunto del amor entre dos (o más) personas, relegando un poco el más importante: el amor propio.

Es quizás la forma de amor más rechazada socialmente. Todos aceptan con gran facilidad que se debe amar a otro (inclusive el amor homosexual), pero se ve con tristeza o malos ojos aquel que decide permanecer solo o sola. Es bastante cierto que una persona bien puede amar a otra y tener amor propio, ¿Pero por qué aquel que le basta con tenerse a sí mismo suele ser mal visto?

Inclusive, el pensamiento de "antes de que se vaya el tren" obliga a algunos a escoger parejas no muy apropiadas con la finalidad de terminar la famosa carrera a contrarreloj de "casarse y tener hijos".

¿Y por qué hay que casarse? ¿Por qué hay que tener hijos? ¿Y si no me da la gana? ¿Acaso soy más o menos humano por querer eso?

El componente cultural que nos empuja a ese escenario se enmarca exclusivamente en términos reproductivos. ¿Por qué rechazan (realmente) la homosexualidad? Porque no produce descendencia. ¿Por qué es mal visto quedarse soltero? Porque no produce descendencia.

Dicho pensamiento arcaico era muy útil en el mundo antiguo, dado que permitía preservar la especie humana en el tiempo. Sin embargo, en el mundo actual, con una seria sobrepoblación humana y un planeta que ya no es capaz de soportar nuestra presencia (ambientalmente hablando), dicha forma de pensar no es para nada útil y raya en lo autodestructivo.

Digo que el amor propio es el más importante porque sólo aquel que se ama a sí mismo puede amar a los demás. ¿Qué sentido tiene el famoso aforismo "amarás a prójimo como a ti mismo" si te menosprecias a ti mismo?

De esta manera, les digo la clave del éxito en el amor: si no puedes ser feliz solo o sola, no podrás serlo con nadie.

A las malas aprendí que la persona que más quiero soy yo.
"Los solteros ricos deberían pagar más impuestos. No es justo que unos sean más felices que otros". Oscar Wilde

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