8 de Marzo. No tenemos rostro

El siguiente es un texto que me ha llegado al correo. Sería bueno leerlo después de leer mi post anterior. Se agradece, La Gerencia jeje.
NO TENEMOS ROSTRO PORQUE DESPRECIAMOS EL PATERNALISMO DE ESTADO.

Nos segmentaron y uniformaron con normas de conducta en función a vaginas y penes, y los convirtieron en órganos fetiche, en zonas prohibidas. Si teníamos falda, éramos mujeres; si llorábamos, no éramos hombres. La educación escolar y la propaganda televisiva nunca fueron algo separado de la “vida real”, sólo la reproducían: tanto la familia como el conjunto de relaciones sociales cotidianas nos impulsaban a cumplir con estereotipos y obligaciones.

Cuando inventábamos nuevas fórmulas de expresión sincera, nos esperaban los castigos, las burlas y el miedo. No solo nos dijeron cómo debíamos jugar, cómo vestirnos, cómo comer, cómo saludar... sino que nos obligaron a hacerlo. Nos educaron para que de adultos, los hombres acepten las obligaciones del trabajo; y las mujeres, las de casa.

Luego, pasaron los años. Los mismos policías de la sexualidad nos dijeron que la modernidad requería de cambios en la sociedad, que necesitaban que los grupos suprimidos participen íntegramente en la homogeneización ciudadana: mujeres, negros, homosexuales; ellos aún no eran productivos de modo directo para la satisfacción de la sociedad tecno-económica, eran sólo herramientas de las herramientas. Las mujeres ahora podrían ejercer nuevas tiranías desde cargos de gobierno; las personas de color podrían ir a la guerra a defender la nación; los homosexuales podrían casarse y ser bendecidos por la ley de dios – todos ellos siempre fueron educados por la imagen del progreso: pensaron que rol del típico hombre-blanco-oficinista, al que envidiaron por tantos años, era lo mejor que podrían alcanzar en la vida... y hoy reclaman salarios, nuevas leyes y aceptación social porque fueron incapaces imaginar otro mundo, de generar diferentes formas de relacionarse.

Pero también estamos nosotrxs. Aparecemos y desaparecemos. Estamos al margen filtrándonos por grietas creativas, evadiendo las normas sociales. Estamos, las que no pedimos nada, los amantes ilegales, los que desobedecemos con una sonrisa, las delincuentes anticapitalistas, los queer desgeneradas, las que escupimos a la policía, los que pariremos con placer, las que somos todos y, también, somos nadie. Hoy somos demasiado locas para ser “mujeres”. Queremos la revolución que nunca triunfe, mil revueltas multicolor, gozosas e incontrolables. Estamos en todas partes.

8 de Marzo del 2010, Lady Ludd & Brujas

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